Lorca
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Lorca
La pendiente, la sed, la fuente grande, Alfacar subiendo a Viznar y yo pensando en ti y tú gritando: ‘Yo poeta, sin brazos, perdido entre la multitud que vomita’. Lorca de mi alma, ¿cómo te has dejado herir, tú, la más sensible de todas las criaturas, la más sensual, árbol violento y tierno de Aleixandre? ¡Qué dolor! ¿Qué tierra es ésta que mata a sus poetas? Tú, el primer mártir, con el ramo verde de luz en la boca, atravesado por las tres heridas, la de la muerte, la de amor, la de la vida. Tú, cuerpo de todos los cuerpos al que nadie podrá morder ya los labios ni acariciar las manos ni la cintura. En Víznar. Aquí lo mataron, mataron a Federico cuando la luz asomaba. Aquí, aquí segaron su voz.
Juan Yanes
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Estatua de Federico García Lorca situada en la Plaza de Santa Ana de Madrid, frente a El Corral de la Pacheca.
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Toda la poesía que guardaba dentro también está en una cuneta.Qué mala sangre se me pone!
Es verdad Rubén, ¿donde podría haber llegado Lorca si ya cuando lo mataron era inconmensurable? Yo he notado en la ciudad de Granada, en la que viví dos años, como un silencio en torno a Lorca, como una especie de culpabilidad difusa, no sé, algo. Es un drama de dimensiones tan grande…