Son cosas
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Son cosas
Me dicen el de las ánimas porque veces les hecho rezados veces no sólo merecen las que están en pena las otras que se vayan mucho para el carajo porque hay que saber transitarlas y tener el alma quieta a mí me enseñó mi padre que en gloria esté por eso sé y las oigo y vienen y me dicen cosas andan por ahí medio botadas sufriendo las pobrecitas perdidas en este secarral lleno de piedras y yo las siento y será por eso que me dicen el de las ánimas son cosas veces les canto y las requiebro eres trigueña de negros ojos de talle esbelto de breves pies de dientes blancos de labios rojos… y se van contentas, porque ellas se creen feas porque están muertas y ya no son feas ni bonitas ni nuevas ni viejas ni gordas ni flacas hay eso sí unas que trasponen y ya más nunca las vuelves a ver son cosas y están las tranquilas de por sí y luego están las que revoltillan toda la casa y te la ponen perdida y te cambian de sitio los trastos y menean los muebles y jalan de ti pa un lado y pa otro las peores son las tiznadas esas no las quiero ver ni pintadas ahorita cuando siento que vienen aviso a las mujeres pa que escondan a los niños y fechen puertas y tranquen las ventanas y entonces nos quedamos a oscuras con el alma en vilo para que no nos vean porque esas son de cuidado y más ruines que el hambre y se te meten en el cuerpo y nadie las puede sacar pero si no ven nada luego se van.
Juan Yanes
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Paisaje de la isla de Fuerteventura. Antonio, El de las ánimas, era bisabuelo mío.
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La historia bellísima.
La segunda fotografía me recuerda la aridez y abandono que he encontrado en algunos sitios de la península de Baja California.
Saludos
RRS
Es verdad Xerófilo (qué nombre más filosófico y fitofantástico) tuve esa impresión cuando vi tus fotos de la Baja California. La isla de Fuerteventura está destrozada por el turismo, pero el interior todavía conserva un aspecto bíblico. Un saludo