El trilema de Münchhausen
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El trilema de Münchhausen
—Estuve a punto de resbalar y que me aplastara un coche. En el momento en que me vi totalmente perdida, tiré de mi misma con todas mis fuerzas y me salvé.
—Ese es el trilema de Münchhausen, tía.
—¿Pero qué dices? Si eso me ocurrió a mí.
—¿Y cómo explicas lo de “tirar de ti misma”?
—Pues no lo sé.
—Pues eso es parte del trilema. Se explica porque hay un corte arbitrario en tu razonamiento.
—¡Pero qué Münchhausen, ni Münchhausen.
—Bueno también se le conoce como el trilema de Agripa.
—¿Cómo? ¡A ti te tenía que haber pasado lo del coche, a ver si te ponía a hablar tanto del trilema!
Juan Yanes
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Ja ja ja …vengo y del otro blog y se complementan que no veas, he respirado…
Besos, artista.
Hola Virgi. Sí, los pobres peatones. Vamos vendidos por las calles que son de esta absurda civilización del coche… menos mal que existe lo del Barón de Münchhausen y puede uno jalarse pa tras.