El oscuro borde de la luz II (fotos y microrrelatos)

Los días

Posted in Sin categoría by Juan Yanes on 23 octubre, 2012

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Los días

Hay días que es mejor no salir de casa porque el cielo se llena de pájaros de plexiglás.
Hay días que deberían terminar a las once de la mañana.
Hay días, sinceramente, horrendos que deberíamos meter en una bolsa de basura o en una caja y cerrarla.
Hay días espléndidos que abren todas las ventanas y cantan.
Hay días anchos, con horas dilatadas, que se van haciendo a sí mismos lenta, parsimoniosamente.
Hay días a los que le sigue la noche. Pero no siempre es así. Hay noches eternas y días casi infinitos.
Hay días que saltan de la cama y se van a brincar al mar.
Hay días llenos de sábanas.
Hay días tristes. De una tristeza espesa, como por ejemplo, hoy. Ha muerto R.
Hay días gloriosos en que coronan de laureles la cabeza de los héroes
Hay días para nacer y días para morir, hay días para la guerra y días para la paz, hay días para el amor y días para el odio.
Hay días para doblar las esquinas.
Hay días que pasas hablando y días que pasas callando.
Hay días para ver crecer el hibisco.
Hay días que las dunas se te meten en el paladar.
Hay días de furia y de viento. Días para la venganza.
Hay días de la memoria. De los muertos que se nombran. De los muertos que se callan.
Hay días en que el cielo es de color de plomo.
Hay días locos.
Hay días en que el horizonte disipa todas las dudas.
Hay días avaros, que esconden su belleza.
Hay días generosos en los que puedes andar por sus barandas y balcones.
Hay días llenos de dudas que sólo la noche disipa.
Hay días lentos como Ocnos.
Hay días inocentes, llenos de ingenuidad.
Hay días en que es imposible que se fuguen las transparencias.
Hay días invisibles, aletargados, soñolientos, elípticos, grises.
Hay días decisivos que describen la gran parábola del destino.
Hay días llenos de páginas inapelables que atraviesan los días.
Hay días para la escritura que aprisiona el tiempo.
Hay días sueltos, como comodines, que sirven para cualquier día.
Hay días de fiesta en los que repartimos besos y pétalos de flores.
Hay días transparentes como el cristal que sirven para mirar el interior de las cosas.

Juan Yanes

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