El oscuro borde de la luz II (fotos y microrrelatos)

Grecia

Posted in Sin categoría by Juan Yanes on 29 febrero, 2012

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Grecia

¿Y a Grecia la van a dejar caer? No, no la van a dejar caer. Grecia es un experimento del ultraneoliberalismo de la Unión Europea para medir la reacción de la gente a la que le quitan los servicios públicos, le arrebatan derechos, la dejan en el umbral de la pobreza, le meten el miedo en el cuerpo, le imponen un gobierno, no elegido, de tecnócratas y saquean todas sus riquezas. ¿Y no vamos a hacer nada? Sólo se me ocurre que habrá que ir pensando en hacer la revolución.

J.Y.

Lee, “Salvemos el pueblo griego de sus salvadores !«

Mira este video censurado en Italia

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Maxorata

Posted in Sin categoría by Juan Yanes on 28 febrero, 2012

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Maxorata

Mi abuela María nació en el caserío de Lajares en la isla de Maxorata en el año de 1885. Entonces y ahora, Maxorata era un desierto, una tripa reseca y cuarteada donde miles de cabras vivían ramoneando el aire. Mi abuela era una cabra. Iba sola a todos los sitios, sin tener que ver con nadie y también se alimentaba del aire. Según y cómo, la llamaban María, Mariquilla, Doña María o Maruca y ella, según y cómo, respondía. Clasificaba a los hombres en tres grandes categorías, a saber: Devasos, los que no hacían nada por perezosos en grado superlativo. O sea, eran unos grandísimos gandules. Jadarios, holgazanes de grado medio. Tipos enclenques y pusilánimes que no tenían la determinación de los devasos para ser unos vagos integrales. Y, finalmente, los merdellones, faltos de aseo personal, a los que también llamaba gediondos. La mayoría de los gediondos eran haraganes de consideración. Hablaba de ellos con la suficiencia de una sufragista y cuando pasaba por delante de alguno, miraba hacia otra parte, y se ponía a resongar del coraje que le daban. Tenía una RCA-Victor, para escuchar los seriales y las novelas que ella llamaba «la radio galena», pero no era una radio galena, sino una radio de lámparas a la que propinaba constantes guantazos para que se le quitara las tos. Entonces decía: se están callados todos, que va a empezar la radio-novela, así que ni mu. Y se callaba todo el mundo.

Juan Yanes

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Escultura en madera del busto de una cabra. Morro Jable, Jandía, Fuerteventura.

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A salto de mata

Posted in Sin categoría by Juan Yanes on 27 febrero, 2012

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A salto de mata

Vivimos a salto de mata. Eso es que unos días tienes para comer y otros no tienes. Los días que no tienes, no comes. Aunque siempre encuentras un cacho pan. Después nos hacemos una agüita y se calienta la andorga. Aquí no hay frío ¿sabes?, aquí se aguanta bien. A veces conseguimos casa o vamos de ocupas y si hay que dormir a la intemperie, pues no pasa nada. En invierno siempre venimos aquí, al Chicharro o nos vamos con Los Pío-pío. En Las Canteras siempre hay guiris y en Maspalomas y les sacas la pasta haciendo juegos malabares. En veranos nos subimos al godo y así vamos tirando. Se vive bien. Hacemos lo que queremos. Somos libres. Nadie nos manda.

Juan Yanes

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Mi contribución a la lucha antifranquista

Posted in Sin categoría by Juan Yanes on 26 febrero, 2012

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Mi contribución a la lucha antifranquista

Una de las victorias pírricas de mi incesante y heroica lucha antifranquista fue cuando, con dieciseis años, quité del comedor de mi casa el cuadro de la última cena, que estaba —todo hay que decirlo— hecho una piltrafa lleno de costurones y cagarrutas de mosca y lo sustituí por una fotocopia enorme del Guernica de Picasso, que fijé contra la pared con grapas del nº 22. El cuadro de la última cena que había presidido desde tiempo inmemorial todas las trifulcas familiares, era una reproducción bastante ñoña del famoso cuadro de Juan de Juanes, que era una de las últimas cenas más relamidas y artificiosas que existen, y que mi abuela tenía en mucha consideración porque le había tocado en un sorteo de los Comedores Patrióticos, que en paz descansen. La abuela se limitó a comentar que el Guernica era un cuadro pintado por un ateo que no valía un pimiento porque lo podía pintar un niño y que lo que pasó en Guernica se lo habían ganado los rojos a pulso y los obispos vascos que también eran rojos. Mi madre se echó a llorar y no hacía más que repetir, ¿pero qué has hecho hijo mío, qué va a decir tu padre cuando llegue? Lloraba un rato y volvía, ¿pero qué has hecho hijo mío, pero qué has hecho? ¿Qué va a decir tu padre cuando llegue? Mis hermanos pequeños, que ya entonces se habían pasado a la oposición pero que tenían —lógicamente— una comprensión muy limitada de los hechos, se reían como enanos que es lo que eran. Cuando llegó mi padre se hizo un silencio que se podía masticar, miró el cuadro muy serio, me miró a mí que miraba a las musarañas y me dijo señanlando al cuadro con aquella voz atiplada de alférez provisional que sacaba en los momentos crítica de la vida familiar: ¡Descuelgue ese cuadro inmediatamente, caballerete! Después se va usted a la cama y se queda sin cenar. Mañana usted y yo vamos a tener una conversación.

Juan Yanes

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Dos frgamentoe del Guernica de P. Picasso del Museo de Arte Contemporáneo de Madrid (creo que ahora le han puesto el nombre de un borbón o de algún aristócrata o familiar. Tengo que enterarme)

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La posesión del aire

Posted in Sin categoría by Juan Yanes on 25 febrero, 2012

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La posesión del aire

Me gustan los artefactos inútiles que tienes en tu casa, como la suspensión del juicio que guardas en una oscura gaveta, o el verso de pie quebrado que escondes detrás de los libro de la estantería. Me gusta tu obsesión por lo que aparentemente no sirve para nada: las olas que miras desde la infancia, el silencio de las aceras, el verdor de tu mirada. La colección de telarañas que amontonas debajo de la cama, la caja con tarjetas firmadas por gente desconocida que compraste en el rastro, los soldaditos de plomo cojos y las muñecas tuertas y las bolas de cristal, ¿qué utilidad tienen? Amas todos esos objetos que se pueden tocar y todas esas otras cosas impalpables para dejarte poseer por su inanidad. Extiendes así la posesión de tus dominios hacia todo lo que es insignificante. A mí me cuentas también entre los insectos disecados que coleccionas.

 Juan Yanes

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¡Uf!

Posted in Sin categoría by Juan Yanes on 23 febrero, 2012

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¡Uf!

Me gusta que llueva porque la gente sale corriendo y dice, ¡uf! La gente se moja la cabeza y le crece un mechón verde de hierba. La gente del mechón verde que se moja la cabeza y sale corriendo,  coge un paraguas, lo abre y dice ¡uf! Normalmente los paraguas no se abren a la primera. Es muy raro que un paraguas se abra a la primera, o a la segunda, o a la tercera. Por regla general los paraguas no se abren. Hay una crisis tremenda de paraguas en el país. Entonces la gente dice ¡uf!, y ya no vuelve a llover nunca más.

Juan Yanes

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Gobierno del palo

Posted in Sin categoría by Juan Yanes on 22 febrero, 2012

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Gobierno del palo

Si yo tuviera un martillo les iba a dar jarabe de palo a estos panolis del Gobierno para que prueben su propia medicina y sepan  lo que vale un peine. Así que ya lo saben, nos defenderemos como gatos panza arriba. Que no está el horno para bollos, que hay mar de fondo, que parece que no se enteran que está siendo peor el remedio que la enfermedad, que estamos hartos de que la cuerda se rompa siempre por el lado más débil y que lo que no puede ser, no puede ser y además es imposible. Que dejen quietos parados ahí a los maderos y no abusen de los que piden que no destrocen más la escuela pública.

Juan Yanes

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Contar la arena del desierto

Posted in Sin categoría by Juan Yanes on 21 febrero, 2012

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Contar la arena del desierto

………. ¿Cómo es de grande la eternidad? La eternidad es inmensa, inabarcable. Es casi imposible imaginarla. Piensa en el tiempo que tardarías en contar las arenas del desierto. Seguramente tendrías que vivir cien vidas para hacerlo. Ese tiempo enorme se parece a la eternidad. ¿Y cuando termine de contar todos los granos de arena del desierto, cuánto tiempo ha pasado de la eternidad? Nada, apenas un segundo. Los hombres somos mortales, por lo tanto finitos. Todo en nuestra vida empieza y termina velozmente. La misma vida humana es apenas un soplo. ¿Y el sufrimiento? El sufrimiento también puede ser eterno. Tu alma puede arder sin consumirse durante ese tiempo infinito de la eternidad.

………. Cada vez que tenía esta conversación con alguno de mis maestros, se me quitaban las ganas de vivir y recuerdo que bajaba la cabeza y me iba andando, angustiado, hasta el filo mismo del horizonte para dejarme caer, vencido.

Juan Yanes

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Hacer fotos

Posted in Sin categoría by Juan Yanes on 20 febrero, 2012

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Hacer fotos

Hacer fotos es amar la fragmentación, la segmentación, el fraccionamiento de la realidad. Entrar en la extrema diversidad del mundo, de los mundos posibles e imaginados.

Hacer fotos es mentir. Es contar una historia que puede muy bien no haber ocurrido, ni existir. Hacer fotos es seleccionar un espacio y sacarlo de su contexto temporal, para fabricar una imagen. Nuestra experiencia también es fragmentaria y arbitraria. No somos dios que lo ve todo. No somos esa imposible criatura que está simultáneamente en todos los lugares.

Hacer fotos es una forma de mirar, le gustaba decir a Susan Sontag, una forma de mirar el mundo y la gente que forma parte de ese mundo. Desde las fotos, nos miran millones de personajes que no nos ven… muchas de las cuales ni siquiera existen ya. El instante en que fueron tomadas también ha desaparecido. Las bellísimas rosas que Edward Steichen fotografió en 1914, no existen. Los rostros, los cuerpos espléndidos de las mujeres que posaron para él, han desaparecido. La fotografía es un arte de instantes muertos, de objetos y personas muertas, extrañamente retenidas, congeladas en un presente inmóvil.

Paradójicamente, hacer fotos es también duplicarse, agarrar la vida y las cosas, apropiarse de ellas, compartirlas, congelar una fracción de segundo, testificar, denunciar. Hacer fotos es tocar la belleza extrema y el dolor, poner el objetivo donde nadie lo pondría para proponer visiones insólitas de la realidad.

Hacer fotos es crear mundos, desvelar la realidad y multiplicarla hasta el infinito.

Juan Yanes

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Una manera de mirar

Posted in Sin categoría by Juan Yanes on 19 febrero, 2012

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Una manera de mirar

No sabemos cómo somos por detrás. Sólo nos vemos por delante: los ojos, la boca, la silueta. Nos reconocemos de perfil, pero no de espaldas. La espalda no existe. A los demás sí los reconocemos por la espalda, pero a nosotros mismos no. No sabemos cómo es nuestro culo, pero sí sabemos cómo es el de los demás. No llegamos a la desfachatez de los perros, pero en líneas generales sí tenemos una idea del culo ajeno. El desconocimiento que tenemos de la mitad posterior de nuestro cuerpo es lamentable. No sabemos cómo es nuestro cuello. No sabemos a qué altura tenemos los Pozos de Venus, si es que sabemos algo de la existencia esas sensuales hendiduras lumbares. Por supuesto, no sabemos nada de nada del hueco poplíteo, pobrecito hueco poplíteo sin nadie que lo conozca y que lo quiera. Para reeducar nuestra la manera de mirarnos, deberíamos llevar incorporado un retrovisor y empezar a mirarnos concienzudamente. Seamos lo que seamos: apolíneos o dionisíacos;  pícnico, atlético o leptosomático; mojamas o jamonas (barra es), tenemos la obligación de querernos porque el cuerpo es lo único que tenemos para poder jugar a pensar y amar.

Juan Yanes

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En medio de la mar océana

Posted in Sin categoría by Juan Yanes on 18 febrero, 2012

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En medio de la mar océana

—¿Falta mucho para llegar?

—No lo sé.

—¿Ves la orilla?

—No. Sólo veo nubes y agua.

—Entonces estamos en medio de la mar océana, abandonados.

—No lo creo.

—Vamos a morir, tengo la seguridad. Nadie vendrá a por nosotros. Será un sacrificio inútil, una generación desperdiciada.

—No seas tremendista y sigue nadando, esto es sólo el ensayo general y haz el favor de poner más dramatismo en lo que dices. Hay un montón de extras esperando. Haz un esfuerzo, recuerda los años de lucha…

—Ah, lo dices porque sabes perfectamente que las condiciones subjetivas todavía no están maduras y las masas bla, bla, bla, bla. Me pondré a maldecir a los dioses.

Juan Yanes

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[…….]

Posted in Sin categoría by Juan Yanes on 17 febrero, 2012

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[…….]

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No future

Posted in Sin categoría by Juan Yanes on 16 febrero, 2012

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No future

— Cuando seamos viejos y estemos muriéndonos de asco, le contaremos a nuestros nietos, que nos contaron nuestros padres, que hubo una vez un paraíso llamado Estado del Bienestar, que era un apaño entre el poder político y el poder financiero para que estuviéramos calladitos y contentos, y les dejáramos hacer sus negocios en paz. Todo eso se acabó, regresamos a la Edad de Piedra.

Juan Yanes

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Los nombres de las cosas

Posted in Sin categoría by Juan Yanes on 15 febrero, 2012

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Lo que deseo no tiene nombre todavía

Clarice Lispector

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Los cuatro elementos

Posted in Sin categoría by Juan Yanes on 14 febrero, 2012

agua

fuego

aire

tierra

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Jazz

Posted in Sin categoría by Juan Yanes on 13 febrero, 2012

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Jazz

La música cae desde el aire. Dejo que me moje el vestido y la cara. El tiempo es incierto, quizá llueva, así que me acerco y tiro tres monedas de oro al aire para que siga su concierto de notas por encima de las nubes y no se le ocurra  marcharse, con sus bellísimas rastas,  a lomos del arco iris. Ella dice que la mejor forma de escuchar música es con los ojos cerrados. El músico negro toca su saxo tenor con los ojos cerrados. Me apoyo en la pared y los cierro yo también. Entonces el mundo desaparece, sólo la sensualidad de la melodía, como si todo fuera música y la baranda del puente fuera música y la calle y sus manos esquivas y su boca ausente.

Juan Yanes

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Los mensajes de la botella

Posted in Sin categoría by Juan Yanes on 12 febrero, 2012

Estadio del Betis, Sevilla.

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Marcianos

Posted in Sin categoría by Juan Yanes on 11 febrero, 2012

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Marcianos

Hola, qué tal, soy un marciano. Pues mira por dónde yo también soy otro marciano, así que ya somos dos. Caramba, pues no había visto yo nunca un marciano así, tan raro. Es que me acaban de hacer una reforma laboral los panolis del gobierno y me han transustanciado, abducido y convertido en un coprófago. Ah, entonces sí. Y por qué habéis puesto a unos panolis en el gobierno si tengo entendido que sociológicamente este país es de izquierdas. Joder el marciano, eres más feo que Picio con esos ojos como tubos, pero más listo que el repelente niño Vicente. Bueno, si me lo permites y para no romper la magia de este encuentro, esa historia te la cuento otro día porque es tristísima, ¿vale?

Juan Yanes

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Rosa

Posted in Sin categoría by Juan Yanes on 10 febrero, 2012

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Rosa

O Rose, thou art sick.  W. Blake

Pensó en Rosa, ‘contradicción pura, placer de no ser dueño de nadie debajo de tantos párpados’ y, encendido el deseo, le pidió que se desnudara. Ella, sin decir nada, se fue quitando la ropa con apacible docilidad, mientras la habitación se llenaba de fragancias frutales. Con extrema lentitud siguió desvistiéndose, dejando la ropa a sus pies como si se desprendiera de fragmentos de su propio cuerpo. Ya, totalmente desnuda, se desvaneció. Entonces, él pensó con el poeta, ‘una sola rosa es todas las rosas’, nada más. Pero era imposible, ahora, restituir su prístino destino.

Juan Yanes

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La cinta de Moebius

Posted in Sin categoría by Juan Yanes on 9 febrero, 2012

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La cinta de Moebius

Me gustaría llegar. ¿Llegar a dónde? Llegar a algún sitio. Este camino no lleva a ningún sitio, es un camino que termina en sí mismo, se comba. Eso no puede ser, todos los caminos llevan a alguna parte o llevan a otro camino que llega a algún lado. Eso era antes de que Moebius inventara esta superficie de una sola cara y un solo borde en el que vivimos. ¿Y ahora? Ahora los caminos sólo sirven para andar hasta el infinito. ¿Y la muerte? ¿La muerte? Esto es la muerte.

Juan Yanes

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El narrador omnisciente

Posted in Sin categoría by Juan Yanes on 8 febrero, 2012

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El narrador omnisciente

El narrador o la narradora omnisciente tiene que tener la cabeza muy grande para que le quepa todo. Nadie sabe lo que piensa el narrador omnisciente y sin embargo él sabe lo que pensamos nosotros, sus personajes. Puede inquirir el dédalo de las insidias y las infinitas razones que mueven nuestros actos. Conoce nuestros deseos. Mete su mano en nuestro corazón y lo exprime. Conoce toda nuestra historia y la historia de nuestros antepasados. Sabe lo que estamos pensando, tiene acceso a nuestros recuerdos, puede mirar a través de nuestros ojos y lo mismo puede hacer con nuestros interlocutores. Su poder es absoluto. Es señor de horca y cuchillo. En cualquier momento correrá el nudo de la soga que ha colocado alrededor de mi cuello, porque también sabe que lo estoy dejando en mal lugar.

Juan Yanes

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Adios al maestro Antoni Tàpies

Posted in Sin categoría by Juan Yanes on 7 febrero, 2012

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Adiós al maestro Antoni Tàpies

Adiós al maestro de la abstracción sin concesiones. Adiós al maestro que hizo un arte contra la Dictadura. Adiós al maestro poeta comprometido social y políticamente. Adiós al maestro de la pintura más radical de la posguerra. Adiós al maestro que pensó y repensó la pintura. Adiós al maestro que escribió y reescribió el arte. Adiós al maestro del misticismo telúrico de la materia. Adiós al maestro que pintó el dolor y la tragedia de la condición humana.

Juan Yanes

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La espera

Posted in Sin categoría by Juan Yanes on 6 febrero, 2012

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La espera

………. Pasa un cartero con su carrito amarillo repartiendo la correspondencia. No es él. Pasa uno con pinta de epistemólogo en paro. No es él. Pasa un dandi con fular de seda y anillo en el dedo meñique. Tampoco es él. Pasa el ciego que vende cupones en la esquina. No es él. Pasa un señor con bigotito. No es él. Pasa el cachas que reparte las bombonas de butano. No es él. Pasa un oficinista con manguitos a tomarse el café. No es él. Pasa uno que vende la primitiva con mucha ansiedad porque tiene que chutarse. No es él. Pasan dos currelas de la eléctrica con un escalera. No son ellos. Pasa uno del gobierno con dos escoltas de paisano. No es ninguno de los tres. Pasa un viejo dando saltitos como un gorrión. No es él. Pasa un guardia municipal haciéndose el chulo. No es él. Pasa un tipo haciendo footing. No es él Pasan siete chinos cargando unos paquetes inverosímiles. No es ninguno de ellos. Pasa un estudiante con auriculares y los pelos de punta engominados. No es él. Pasa el dueño de la tienda de comestibles, con su barrigón y su puro en la boca. No es él. Pasa un señor normal (¿qué es un señor normal?), con traje gris y calva incipiente. No es él. Pasa, a continucación, un alopécico absoluto que tampoco es él. Pasa un músico ambulante. No es él.

………. Él no pasa. Él es el Príncipe Azul. Ella espera al Príncipe Azul. Ella es una tontuela fatua que debería haberse marchado conmigo que pasé por delante de ella, varias veces, con mi máquina fotográfica haciendome el interesante, y ni me miró.

Juan Yanes

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¡Guau, guau!

Posted in Sin categoría by Juan Yanes on 5 febrero, 2012

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¡Guau, guau!

 Estaba yo releyendo, ensimismado, las Fábulas literarias en verso castellano, de don Tomás de Iriarte, cuando me veo rodeado de esforzados bichos morigeradores, regeneracionistas, ilustrados, profusamente didácticos y hasta subversivos, diría yo… hermosos. Cada uno con su ruido peculiar, el onomatopéyico guau, guau de dos chuchos y el majestuoso trino de la dulce filomena. Como si de un coro celestial se tratara, aquellas fábulas mezclaban en el aire el croar de las ranas o el crascitar de los cuervos, ¡la rebambaramba, el cultísimo nombre del ruido de los cuervos! Por aquí, delicados rebuznos. Por allá, apremiantes relinchos, ladridos varios, dulces mugidos, irresistibles gorjeos, zureos, jijeos, ronroneos, titeos, cuchichís, bramidos, silbidos, grajeos, trisados, berridos, graznidos, maullidos, cloqueos, rugidos, chirridos, garlidos, piopíos, ¡qué se yo! ¡Imagínense! Te quedas epatado, sobre todo si eres ecologista de pedigrí, como el menda. Agucé el oído y pude escuchar, en medio de aquella algarabía, balidos enternecedores, trinos sonoros, abra­sadores arrullos, insinuantes hipidos… cantos en fin. ¡Hostias, me dije, esto es la Arcadia y yo soy el buen salvaje! El mundo ha cambiado por arte de birlibirloque, ¡Salut, bois couronnés d’un reste de verdure!, dije yo citando a Lamartine para impresionar a don Tomás que me miraba entusiasmado desde el fondo de todas las fábulas.

Juan Yanes

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A la calle que ya es hora

Posted in Sin categoría by Juan Yanes on 4 febrero, 2012

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A la calle que ya es hora

Todos los informes gubernamentales y los de las angencias como el FMI lo único que dicen es que el futuro es negro y que hay que intensificar las políticas de austeridad. «Políticas de austeridad», es un eufemismo para decir que hay que flexibilizar el empleo (otro eufemismo), congelar o reducir salarios y pensiones, reducir gastos sociales… Pero lo que está cada vez más claro es que el sistema económico no funciona y lo que hay que hacer es tirarlo a la basura y con él tirar a la basura los partidos políticos que lo defienden, desde la derecha porque en ello le va la bolsa y la vida, hasta todas las estúpidas socialdemocracias y socialista de café que lo mantienen. Sin una fuertísima presión social, será imposible mandarlos a casa a freir chuchangas.

Juan Yanes

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Mandrágora

Posted in Sin categoría by Juan Yanes on 3 febrero, 2012

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Mandrágora

Planta a la cual se atribuían virtudes mágica por tener las raíces una figura parecidoa al humana. Con este nombre se conocía también el fantasma de un diablo, como hombrecillo negro, sin barba y con los cabellos despeinados y esparcidos. Es una imagen del alma, en su aspecto negativo y minimizado, en la mentalidad primitiva.

Juan Eduardo Cirlot

(Diccionario de Símbolos, Ediciones Siruela, Madrid, 1997, pág. 303)

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Longa noite de pedra

Posted in Sin categoría by Juan Yanes on 1 febrero, 2012

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Longa noite de pedra

O teito é de pedra. De pedra son os muros i as tebras. De pedra o chan i as reixas. As portas, as cadeas, o aire, as fenestras, as olladas, son de pedra. Os corazós dos homes que ao lonxe espreitan, feitos están tamén de pedra. I eu, morrendo nesta longa noite de pedra.

Celso Emilio Ferreiro

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