El oscuro borde de la luz II (fotos y microrrelatos)

Servilleta de papel

Posted in Sin categoría by Juan Yanes on 30 enero, 2011

juan yanes

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Servilleta de papel

Nadie escribe en la servilleta de papel para no turbar la paz de los árboles muertos que lleva dentro.

Juan Yanes

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El efecto dominó

Posted in Sin categoría by Juan Yanes on 29 enero, 2011

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Efecto dominó

Venga, que caigan todos en cascada, uno detrás de otro, los reyezuelos, los déspotas, los dictadores, los sátrapas, los tiranuelos, los autócratas, los opresores. Hacía tiempo que no veíamos un espectáculo como éste, los pueblos levantándose en contra de los tiranos. Ya habrá tiempo de lamentarse, pero éstos son días de júbilo. (Por cierto, una pregunta: ¿España tiene ministro o ministra de asuntos exteriores? ¿Y la Unión Europea? ¿Por qué tiemblan todas las cancillerías y todos los gobiernos occidentales? ¿Se exigirá responsabilidades a todos los países que han apoyado incondicionalmente, durante décadas, a estos sinvergüenzas?).

Juan Yanes

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Lee, si te apetece, este clarificador artículo de Juan Goytisolo, No creas lo que ven tus ojos…

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Tu ausencia

Posted in Sin categoría by Juan Yanes on 28 enero, 2011

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Tu ausencia

Trepan las manos hacia dónde tú no estás para acariciar el hueco que deja tu ausencia.

Juan Yanes

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Tête à tête

Posted in Sin categoría by Juan Yanes on 27 enero, 2011

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Tête à tête

Yo miraba el perfil y la cara de la gente y veía que sonreía y que movía los labios y gesticulaban. Luego me explicaron que la gente articulaba palabras con la boca porque aprendían el lenguaje a través del oído. Yo no oigo, no sé hablar, sólo sonrío y hago gestos con las manos.  

Juan Yanes

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Son cosas

Posted in Sin categoría by Juan Yanes on 26 enero, 2011

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Son cosas

Me dicen el de las ánimas porque veces les hecho rezados veces no sólo merecen las que están en pena las otras que se vayan mucho para el carajo porque hay que saber transitarlas y tener el alma quieta a mí me enseñó mi padre que en gloria esté por eso sé y las oigo y vienen y me dicen cosas andan por ahí medio botadas sufriendo las pobrecitas perdidas en este secarral lleno de piedras y yo las siento y será por eso que me dicen el de las ánimas son cosas veces les canto y las requiebro eres trigueña de negros ojos de talle esbelto de breves pies de dientes blancos de labios rojos… y se van contentas, porque ellas se creen feas porque están muertas y ya no son feas ni bonitas ni nuevas ni viejas ni gordas ni flacas hay eso sí unas que trasponen y ya más nunca las vuelves a ver son cosas y están las tranquilas de por sí y luego están las que revoltillan toda la casa y te la ponen perdida y te cambian de sitio los trastos y menean los muebles y jalan de ti pa un lado y pa otro las peores son las tiznadas esas no las quiero ver ni pintadas ahorita cuando siento que vienen aviso a las mujeres pa que escondan a los niños y fechen puertas y tranquen las ventanas y entonces nos quedamos a oscuras con el alma en vilo para que no nos vean porque esas son de cuidado y más ruines que el hambre y se te meten en el cuerpo y nadie las puede sacar pero si no ven nada luego se van.

Juan Yanes

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Paisaje de la isla de Fuerteventura. Antonio, El de las ánimas, era bisabuelo mío.

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Rayuela

Posted in Sin categoría by Juan Yanes on 25 enero, 2011

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Rayuela

Para Stefano Valente

……………….. Y tú, con las manos en los bolsillos, desaliñado, andando entre aquel amasijo de nobles ruinas, no sentías la más mínima turbación, sino que buscabas desesperado a Oliveira y dabas voces y maldecías. ¡Eh, muchachas malditas, devolvedme a Juvencio! ¡Dejadlo salir de entre las inofensivas rosas de vuestros ridículos pechos! Y ahora, cogidos del brazo, subís hacia el Campidoglio y dais vueltas por los meandros del Sena y La Rive Gauche, y os echáis el brazo por encima del hombro, vosotros los poetas modernos, los buscadores de palabras, hasta asomar por el otro lado del asfalto de la Avenida Insurgentes que llega más allá del horizonte, cerca ya de donde cae el mundo. Estabais totalmente curdas, buscando en la noche como detectives dipsómanos. Allí os juntáis con el club de la serpiente y los real visceralistas, vosotros, los neotéricos, los poetas más puros y frívolos del mundo. Entonces es cuando me miras como si yo fuera una lombriz y me dices pomposamente, no existe la línea recta, no se puede despojar la realidad de la incertidumbre y la complejidad. Eso sólo existe en vuestra mollera. Buscamos palabras, es verdad, palabras, universos, formas, pero no buscamos el sentido. El sentido sólo existe en el erudito vacío de vuestras cabezas de chorlitos.

Juan Yanes

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juan yanes

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Intimidad

Posted in Sin categoría by Juan Yanes on 25 enero, 2011

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Intimidad.- Era tan reservada que ni siquiera se contaba los secretos así misma. J.Y.

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Sueño

Posted in Sin categoría by Juan Yanes on 24 enero, 2011

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Sueño en blanco y negro todo ese incesante dolor. Tú ocupas la gama infinita de grises. J.Y.

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Esculturas de Igor Mitoraj

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La reunión

Posted in Sin categoría by Juan Yanes on 23 enero, 2011

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Los tiempos del verbo amar

Posted in Sin categoría by Juan Yanes on 23 enero, 2011

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Los tiempos del verbo amar

Ahora que hace frío, te vas por las calles como un desgarro, sin decir adiós. Es esa forma tan difícil de amar. Tendría que darte algunas quejas, porque a los dos lados de la orografía de tu cuerpo, de tus senos frutales, solo puedo acceder por la memoria febril del tacto; debería también protestar por los usos que ilustran las infinitas formas de soledad en la que te mueves, o te refugias, o escondes. Pero yo te amo, porque estás hecha de sucesivos candores e inocencias y el filtro de tu boca se desvanece antes de llegar a los labios, como un surco, como una señal. No cantas, pero tendida sobre ti misma eres el inquietante origen del mundo de Courbet, anterior al vertiginoso paso de las horas y el deseo.

Juan Yanes

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Dar la vuelta a la manzana

Posted in Sin categoría by Juan Yanes on 21 enero, 2011

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Dar la vuelta a la manzana.- Salí a pasear al perro y cuando di la vuelta completa a la manzana* pude comprobar, atónito, que la piel estaba hendida por dos enormes mordiscos: uno era el de Adán y otro el de Eva, supuse. ¡Ah, la vieja manzana bíblica, otra vez!, dijo Isaac, Isaac Newton que en ocasiones daba la vuelta a la manzana conmigo, cada uno paseando a su propio chucho. Me voy para casa, le dije, antes de que aparezca por aquí Guillermo Tell a hacer práctica de tiro o a usted le empiecen a llover manzanas siderales sobre la cabeza. Y sin salir de mi asombro, terminé de dar la vuelta a la manzana sin que pasara nada. A toda prisa, volví a casa, me senté en el sofá y me comí la manzana que me quedaba, no fuera que la fuerza de la gravedad se la llevara en perpendicular hasta el mismísimo centro de la tierra. Juan Yanes

* Manzana: cuadra

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Las asambleístas

Posted in Sin categoría by Juan Yanes on 20 enero, 2011

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Las asambleístas.- Son un montón de mujeres que seguramente van a un acto público, o van a una fiesta, a una despedida de soltera, por ejemplo. No. No tienen pinta de ir a un acto así. Algunas llevan puesto un sombrero de copa. Otras lo llevan en la mano. Algunas llevan tacones y van elegantísimas. Otras van menos elegantes, un poco desmanganilladas  —diría yo si estuviera hablando relajado con mis amigotes de la tertulia vespertina de la Plaza de la Madera, donde siempre hacemos un breve análisis sobre el estado de las mujeres en general, las del barrio y las foráneas—. Yo creo que son ministras, o subsecretarias, o directoras generales de algo, o altas funcionarias de la Unión Europea, o de la UNESCO, o tecnócratas de algún otro organismo internacional, o simplemente son miembros de una ONG. Algo importante tienen que ser. A lo mejor es que van a tomar el poder como lo hicieron Las asambleístas  de Aristófanes, hace ahora dos mil cuatrocientos años en la Gracia clásica. Eso sería bueno porque está claro lo que ha hecho y hace el patriarcado universal que reina desde hace siglos sentado encima de millones de cadáveres: arruinarnos la vida a hombres y a mujeres. Juan Yanes

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juan yanes

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Ojos tatuados

Posted in Sin categoría by Juan Yanes on 20 enero, 2011

juan yanes

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Ojos tatuados

‘Cuando vea los ojos que tengo en los míos tatuado’, sabrá que son los suyos, porque el amor ha conseguido la simetría perfecta de los trazos al marcar la transparencia de la mirada donde nada es opaco porque guarda intacta la memoria del cuerpo destruido.

Juan Yanes

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La ventana discreta

Posted in Sin categoría by Juan Yanes on 19 enero, 2011

juan yanes

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Minima moralia

Posted in Sin categoría by Juan Yanes on 19 enero, 2011

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Mínima moralia

 Juan Yanes

El Patito Feo
Hans Chistian Andersen nunca quiso contar la versión gore de la venganza del Patito Feo. Hubiera parecido una anticipación grotesca.

Caperucita y el Lobo (fantasía queer)
Entonces, ante la mirada atónita de Caperucita y de su abuela, el cazador y el lobo se empezaron a hacer carantoñas y, cogidos de la mano, se adentraron juntos en la espesura del bosque.

Obsesiones matrimoniales de la realeza
Qué lástima dan esos príncipes melancólicos y solitarios al que su papá, el rey, tiene que buscarles esposa utilizando, normalmente, métodos bastante heterodoxos. Al fin sucede que el príncipe queda prendado de la belleza de la dama con la que se casa ipso facto para comenzar una larga vida de inmoderada felicidad. Sólo se habla del matrimonio, nunca del patrimonio.

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El pájaro ciego
El protagonista de esta fábula es un pájaro ciego, pero no la voy a contar porque muere en el mismo instante que comienza. La intensidad dramática es casi insoportable, como puede usted imaginar.

Lapsus
Durante mucho tiempo creí que el zoomorfismo y la zoofilia eran la misma cosa, hasta que tuve un breve affaire con uno que se llamaba Esopo.

Cuento y descuento
Llámase ‘cuento-descuento’ a aquella narración que puede ser contada al derecho y al revés, o sea, de delante hacia atrás y viceversa. Un palíndromo narrativo, un cuento bidireccional, reversible, vamos.

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Precocidad minimalista
“Había una vez un colorín colorado”, es un cuento que contó una niña contrariada que no quería contar cuentos.

Vivir del cuento
Tener más cuento que Calleja.

Infundio
¡Ya está bien de estar enredando a cuenta de la ninfomanía de Blanca Nieves! Le dijo un psicoanalista a otro psicoanalista.

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Recuento
Cuando se cuentan cuentos sin cuento, sin venir a cuento, se empieza uno a deslizar por la pendiente del cuento de nunca acabar.

Perrault
En una nota marginal, Parrault dejó claro que Caperucita Roja sólo coqueteaba con el Lobo Feroz y que, por lo tanto, son infundadas las sospechas que le atribuyen especiales dotes en el arte de la seducción.

Sinología agnóstica
Los cuentos chinos no se los cree nadie.  

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Tajinaste

Posted in Sin categoría by Juan Yanes on 18 enero, 2011

juan yanes

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Tajinasta. Decía que el tajinaste era la flor más bella del mundo. Era un hiperbólico de la belleza, un delirante, un diletante, un exaltado, un bobo que siempre andaba buscando el Record Guinness de las cosas hermosas que hay en el mundo. J.Y.

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La traición de las imágenes

Posted in Sin categoría by Juan Yanes on 18 enero, 2011

juan yanes

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«Esto no es una pipa. Eso parece evidente, pero, ¡ojo! tampoco es un ajo»

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De cuando Dios leyó «El Espíritu de las Leyes» de Montesquieu

Posted in Sin categoría by Juan Yanes on 17 enero, 2011

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De cuando Dios leyó El Espíritu de las Leyes de Montesquieu

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……….Dios leyó El Espíritu de las Leyes del barón Charles Louis de Montesquieu y quedó tan profundamente conmovido en su interior —no sabemos, en realidad, si Dios tiene interior, hablamos metafóricamente y, por analogía, pensamos que los dioses tienen, como nosotros, interior y exterior, pero es una hipótesis sin la menor consistencia—, así que después de la lectura de Montesquieu decidió democratizar el cielo. Decidió cambiar su manera de ver la realidad sobrenatural, cambiar la estructura del más allá, en fin, el cielo, el infierno, el purgatorio, el limbo… Como Dios era Dios, tenía muchas ideas. En realidad, Dios tenía todas las ideas. Él  mismo era una idea.

……….La idea de cómo democratizar el cielo, quiso discutirla con gente entendida en la materia, así que llamó a un grupo de expertos en derecho constitucional y se la expuso. Su idea consistía, básicamente, en formar una especie de parlamento donde los habitantes del cielo fueran el partido en el poder que apoyaría al gobierno; los condenados del infierno serían la oposición y la minoría del purgatorio, formaría parte del grupo mixto. Las almas que estaban en el limbo quedaban constituidas, a perpetuidad, como cámara alto o senado. Sobre el senado tenía dudas, no sólo en cuento a su composición sino en cuanto a sus funciones, pero ¿qué senado que se precie no tiene problemas de identidad? A lo mejor no ponía senado y los del limbo los entronizaba como miembros de derecho del Consejo de Estado. Él, se reservaba a Jefatura del Estado, de carácter meramente representativo; a Jesucristo lo nombraba jefe del gobierno y al Espíritu Santo —siempre era un problema el Espiritu Santo, dada su peculiar personalidad—, le asignaría un puesto en consonancia con sus obsesiones personales, algo así como director global de reproducción asistida mundial. Introducía también un consejo de notables, presidido por los doce apóstoles, como consejo general del poder judicial, independiente del parlamento y del poder ejecutivo.

……….Después entró en detalles absolutamente secundarios e irrelevantes, por ejemplo, que sería conveniente que el tribunal de cuentas estuviera presidido por Judas Iscariote; que se le otorgara la custodia del brazo incorrupto de Santa Teresa de Jesús y las reliquias del Santo Prepucio; que le gustaría inaugurar el curso parlamentario como la Reina de Inglaterra, con un discurso y entrar en el parlamento bajo palio (aludió sin concretar a numerosos antecedentes) y cosas por el estilo. Cuando terminó la exposición estaba tan cansado que les propuso a los presentes que volvieran dentro de dos días. Tenía que descansar.

………. Y así fue. A los dos días, el grupo de expertos en derecho constitucional, que había escucha con circunspección la propuesta de Dios, nombraron a un portavoz que hablo muy pausadamente y con mucha unción y prosopopeya y, que en resumidas cuentas —no es éste el momento ni el lugar de reproducir los 68 folios de respuesta colectiva de los constitucionalistas— le dijo lo siguiente: Que habían estudiado pormenorizadamente la propuesta de democratización celestial hecha por su —ahí los expertos tuvieron sus dudas sobre cuál era el tratamiento protocolario que se debe dar a los dioses— Excelentísima, Ilustrísima, Eminencia, Su Gracia, Su Beatitud, Reverendísimo Señor (sobre este extremo también se armaron otro pequeño lío: ¿Dios era un señor, una persona, un caballero? En fin, cuestiones puramente terminológica pero que dan una idea de las dificultades supra escatológicas de hacer un informe sobre las cosas divinas). El informe seguía así: Que sobre la propuesta de democratización, no ponían el grito en el cielo porque como estaban ya en él, hubiera sido una contradictio in terminis, pero que, con el debido respeto, la propuesta divina era un chapuza; Que, también con el debido respeto, había hecho una lectura sesgada del libro del barón de Montesquieu;  Que, sintiéndolo mucho, la propuesta no democratizaba, el cielo, sino que mantenía la misma estructura autoritaria y piramidal, etc, etc, etc; Que en definitiva, o convocaba elecciones libres para nombrar un parlamento constituyente o mejor, que se olvidara de todo y continuara siendo lo que siempre había sido: un autócrata con apariencia más o menos benevolente. Y concluía con un genérico, “Todo sea dicho con el debido respeto”.

Juan Yanes

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Mar de azogue

Posted in Sin categoría by Juan Yanes on 16 enero, 2011

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Sobre el mar de azogue, las altas torres de la nubes y los buques de papel que vienen de los cinco océanos y de la nube de Oort. Antes, los barcos de papel fabricaban espléndidos marineros de color azul que paseaban por los puertos tirando hojas rojas de geranios rojos a las boquitas de las niñas tontas que se dejaban conquistar por nada. Pero hoy, esas hermosas criaturas mecánicas que atraviesan los cinco océanos de papel de aluminio cargadas de cajetillas de fósforos enormes que llaman contenedores, no fabrican marineros, sino que transportan vulgares componentes esotéricos de silicio y toneladas de colombita y tantalita, para que funcione no sé qué artefacto doméstico que tiene mi madre en la cocina. Juan Yanes

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¡Aire!

Posted in Sin categoría by Juan Yanes on 15 enero, 2011

juan yanes

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Avances sociales

Posted in Sin categoría by Juan Yanes on 15 enero, 2011

juan yanes

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Avances sociales.- Por fin hemos conseguido el despido libre, la jornada laboral de 24 horas, la jubilación a los 125 años tras 60 de cotización, la obligatoriedad de los planes de pensiones privados, la prolongación de los estudios hasta los 30 años por cuenta propia, la privatización de la medicina, de la enseñanza y del resto de servicios públicos, la práctica desaparición del Estado y la entronización de los mercados como los verdaderos agentes del desarrollo de la democracia, el bienestar social y la solidaridad entre los hombres (se supone que también entre las mujeres), las tierras y los pueblos de España. Juan Yanes

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Cuando la realidad supera a la ficción

Posted in Sin categoría by Juan Yanes on 14 enero, 2011

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Ataraxia

Posted in Sin categoría by Juan Yanes on 14 enero, 2011

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Ataraxia.- En blanco. Nada. No tener nada en la mente. La máxima laboriosidad. Cuando conseguía pasar un día así, en blanco, sin hacer nada, pero sin hacer absolutamente nada, sino mirar fijo el azul cobalto del cielo y espantarse las moscas, se aplaudía así mismo interiormente durante un rato, con las manos invisibles que le crecen por dentro a los que conquistan la imperturbabilidad. Juan Yanes

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Déjeme que lo piense

Posted in Sin categoría by Juan Yanes on 13 enero, 2011

juan yanes

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Estructuras elementales del parentesco

Posted in Sin categoría by Juan Yanes on 13 enero, 2011

juan yanes

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Estructuras elementales del parentesco.- El marido de la señora del tercero, que tiene un sobrino, hijo de una hermana tres años mayor que él, que después de haber estado en Alemania trabajando se casó con una de allá y regresó con cuatro hijos, dos niñas y dos niños, uno de la cuales vive con una amiga de la hija del señor viudo que vive en frente de mi casa, que está emparentado con la hija de una amiga de la hija del hermano de mi mujer que está casado en segundas nupcias con una señora que también afirma que la hija de la amiga de su hija y todos los mencionados hasta aquí, están de acuerdo en que me esté callado de una vez. Juan Yanes

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El Cuarto Rey Mago entregó su regalo y desapareció

Posted in Sin categoría by Juan Yanes on 12 enero, 2011

juan yanes

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El Cuarto Rey Mago entregó su regalo y desapareció

Juan Yanes

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Al maestro Jim Dodge, al poeta John Seasons y a George Gastin por ser buena gente. Autor y personajes de El Cadillac de Beep Bopper.

I

Después del interminable viaje en automóvil, llegué al sitio convenido y abrí la puerta. Frente a mí, no había ningún pasillo, ningún laberinto, ninguna ensoñación fluorescente, sólo una amplia estancia de formaba cuadrangular, cerrada por una bóveda toral. Todo estaba inundado de luz. Una luz cegadora que empalagaba el aire y se movía, envolvente, por las paredes de cal y las cornisas. Una luz que hería los ojos. Busqué, pero no encontré nada. Al intentar salir me franqueó la entrada un fotógrafo ciego con su cámara de luz cegadora. Márchese antes de que lo trague la luz, dijo, usted es oscuro y lo que busca está en lo oscuro.

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juan yanes

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II

 Cuando volví a entrar en la habitación ya no estaba el fotógrafo ciego con su cámara de luz, sino que había un desorden infinito de objetos evanescentes de apariencia extraña que flotaban. Algunos se movían torpemente, otros permanecían ingrávidos, suspendidos, mirándome aturdidos. En un primer momento pensé en los volátiles de Fra Angélico, pero no. ¿Objetos que miran, me dije, dónde estoy? Todo estaba tirado por el suelo en una confusión absoluta. Entonces le pregunté al tipo de barba blanca que estaba sentado, absorto, frente a una pantalla de plasma, si sabía cuál era el regalo. No me respondió. Deduje que estaba intentando poner orden en el caos, un trabajo, por demás, devastador. Será un matemático, pensé. Cerré la puerta y lo dejé creando mundos.

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III

 Abrí la puerta por tercera vez. Ya no había habitación. En su lugar, un precipicio. Metí la mano en el abismo. Tenía que seguir buscando. El abismo era una noche atravesada por leves susurros. No había puertas. Seguí bajando y palpando con la mano la oscuridad. Cuando llegué al fondo los ojos se fueron haciendo a aquella oscuridad y pude ver que había pequeñas bolas de vidrio, montañas de monedas de oro y vasos de cristal de Murano que tintineaban. Todo estaba en reposo. Dejaron de oírse los susurros y empezó a sonar el hilo de una melodía lejana. Me acerqué al sitio por donde salía el hilo de la melodía y se convirtió, poco a poco, en una voz. Alguien repetía las mismas palabras: “¡Busca! —serpenteaba la voz envolviéndome—, ¡busca al Cuarto Rey Mago que entregó su regalo y desapareció!”.

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Hombre y sombra

Posted in Sin categoría by Juan Yanes on 11 enero, 2011

juan yanes

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Hombre y sombra.– Estaba harto de mi sombra, de aquel seguidismo pertinaz. Llegamos a un acuerdo económico y nos separamos. Fue una despedida agria, desconcertante. Llevábamos cincuenta años juntos. Ahora salgo sin sobra. Soy yo el que la busco y la sigo. Es como si estuviera partido por la mitad. Juan Yanes

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Pop art

Posted in Sin categoría by Juan Yanes on 10 enero, 2011

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Lecciones gratuitas de sociología barata

Posted in Sin categoría by Juan Yanes on 9 enero, 2011

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Lecciones gratuitas de sociología barata.- Hay días peripatéticos, como hoy. Me saluda la señora de las flores. Eso es normal, hace años que nos conocemos. Luego me saluda el barrendero, eso ya no es tan normal. Se ha hecho amigo mío a raíz de una conversación sobre el trabajo de los barrenderos. Somos menos que nada, me dijo el otro día. Entonces yo le dije algo así como que el estatus social es arbitrario y que se fundamenta en prejuicios sobre el valor de las profesiones, muchas veces creados artificialmente por los medios de comunicación de manera espuria. Sobre todo por la tele que es una máquina de hacer basura y de crear estereotipos a porrillo. El barrendero me dijo, repítamelo, y entonces se lo expuse de otra manera: mire usted, le dije, el estatus no es más que la atribución de valor que la sociedad hace hacia un tipo de trabajo. El anverso del estatus es la autoestima, ¿vale? Vale, dijo el de la basura. Normalmente cuando el estatus es muy alto, los miembros de esa cofradía, grupete, oficio o profesión, tienen un elevado concepto de sí mismos… pero no siempre. Todo esto lo inventaron unos norteamericanos que estaban hasta el moño de las clases sociales, de la lucha de clases y el marxismo, porque a ellos lo que les gustaba de verdad, era el capitalismo. Se llamaban funcionalistas, ¿me entiendes? Le entiendo, le entiendo. El estatus, o sea, el valor que se atribuye a un trabajo no tiene que ver nada con el valor social real de ese trabajo. Esto lo tiene usted que tener muy claro para no deprimirse y comprende de manera objetiva su lugar en la estructura social. Me parece que me estoy enrollando. No, no, en absoluto, siga, siga, me dijo. Sigo: el estatus de los barrederos es muy bajo, porque vivimos en una sociedad muy cabrona, pero el valor de su trabajo es fundamental. Si usted no recoge la basura, nos comen las ratas ¿vale? Vale, me dijo el barrendero. Bueno pues ha sido un placer. Otro día seguimos. Me despedí y, sin saber por qué, añadí, otro día podríamos hablar de la movilidad social, tema que como usted comprenderá es de vital importancia, ¿vale? Vale, dijo el barrendero y ahora me espera todos los días y me tropiezo con él al doblar las esquinas y se hace el encontradizo para que sigamos las clases de sociología barata. Juan Yanes

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Lorca

Posted in Sin categoría by Juan Yanes on 8 enero, 2011

juan yanes

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Lorca

La pendiente, la sed, la fuente grande, Alfacar subiendo a Viznar y yo pensando en ti y tú gritando: ‘Yo poeta, sin brazos, perdido entre la multitud que vomita’. Lorca de mi alma, ¿cómo te has dejado herir, tú, la más sensible de todas las criaturas, la más sensual, árbol violento y tierno de Aleixandre? ¡Qué dolor!  ¿Qué tierra es ésta que mata a sus poetas? Tú, el primer mártir, con el ramo verde de luz en la boca, atravesado por las tres heridas, la de la muerte, la de amor, la de la vida. Tú, cuerpo de todos los cuerpos al que nadie podrá morder ya los labios ni acariciar las manos ni la cintura. En Víznar. Aquí lo mataron, mataron a Federico cuando la luz asomaba. Aquí, aquí segaron su voz.

Juan Yanes

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Estatua de Federico García Lorca situada en la Plaza de Santa Ana de Madrid, frente a El Corral de la Pacheca.

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