El oscuro borde de la luz II (fotos y microrrelatos)

Estado de ánimo

Posted in Abstracto, Inventario de manos y cuerpos by Juan Yanes on 31 julio, 2010

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A veces la gente está así

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Cuerpito

Posted in Inventario de manos y cuerpos by Juan Yanes on 31 julio, 2010

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Relatos Mínimos

Cuerpito.- La sesión de paddle de hoy ha estado güay.  Pero ¡uf!, me estoy poniendo demasiado cachas, voy a tener que aflojar un poco con la depilación, el peeling, la exfoliación, la humectación y los tratamientos de  hidratación. Voy a aflojar también con las sesiones semanales de rayos uva, noto un ligero fotoenvejecimiento cutáneo transitorio. Seguiré con las tres sesiones  semanales de pilates,  con las dos de spinning y con la dieta disociada macrobiótica. Mi dietólogo me ha dicho que el nivel de colágeno lo tengo super superbién y que he dejado de retener líquidos ¡yuju! Volveré al masaje shiatsu, que me sienta fenomenal desde el punto de vista metabólico y anímico, y seguiré con el de drenaje linfático ya que el perfil hormonal lo tengo perfecto… Si consigo eliminar los procesos de oxidación y por lo tanto de envejecimiento, dejaré de pagar la caja que mi madre, la pobre, pagaba con tanto esfuerzo a los usureros esos de la Funeraria La Perpetua. Juan Yanes

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El señor del chucho

Posted in Animalario by Juan Yanes on 31 julio, 2010

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Pedradas

El señor del chucho.- En todas las calles del mundo, siempre hay alguien haciendo el ridículo. Juan Yanes

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Camisa cansada

Posted in Objetos by Juan Yanes on 31 julio, 2010

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Relatos Mínimos

Camisa cansada.- Hay que procurar que las camisas no se cansen. El cansancio de las camisas está poco estudiado, pero lo peor de todo es cuando se deprimen, entonces hay que sacarlas rápidamente del armario y darles un paseo o llevarlas a una terapia. La ropa, en general es de una sensibilidad extrema y cuando la tiras a la basura se forman auténticos dramas. Hay gente que no le presta ninguna atención psicológica a la ropa y la ropa se venga de ellos contagiándole el cansancio, las depres y toda suerte de contracturas e hipertrofias mil. Juan Yanes

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Lo que cuesta ganarse la vida

Posted in Crítica, Inventario de manos y cuerpos by Juan Yanes on 30 julio, 2010

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El que escucha

Posted in Crítica, Inventario de manos y cuerpos by Juan Yanes on 30 julio, 2010

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Nanoensayos

El que escucha.- En lugar de cabeza deberíamos tener una gran oreja colocada encima del cuello. Algo prominente, sustantivo y único. Algo que nos obligara orgánica y fisiológicamente a escuchar. Las demás cosas que hoy tenemos en la cabeza, podrían estar dispuestas de otra manera. No sé, por aquí y por allá, hay montones de sitios y de posibilidades: la boca podría estar, por ejemplo, en el sobaco y los ojos y el cerebro,  pues ya le encontraríamos un sitio idóneo y funcional. A lo mejor tenemos algunos problemas iniciales con la boca debajo de la axila, por ejemplo, para besarnos, pero todo es cuestión de acostumbrarse. Lo relevante es la reubicación de las orejas. A partir de entonces ya no seríamos monos gramáticos, ni animales políticos, ni criaturas que fabrican instrumentos, ni animales perplejos, ni animales simbólicos, ni seres racionales, ni ninguna de esas tonterías que se suelen decir por puro antropocentrismo. Seríamos seres que escuchan, personas que escuchamos a las demás personas. Seríamos todo oídos. La vida cambiaría por completo. Traten de imaginárselo, por favor. Juan Yanes

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Escalera de sombras

Posted in La calle que tú me das by Juan Yanes on 29 julio, 2010

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La vida por delante

Posted in Inventario de manos y cuerpos by Juan Yanes on 29 julio, 2010

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La vida por delante.- Esos cuerpos espléndidos de la juventud son también el espacio del dolor y soledad, el espacio del amor y del desamor, el espacio de certezas y de incertidumbres infinitas. Juan Yanes

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El turista accidental

Posted in Arquitecturas, Escultura y pintura by Juan Yanes on 28 julio, 2010

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Relatos Mínimos

El turista accidental

……….Viajar, viejar, viajar. A él le hubiera gustado viajar. Le hubiera gustado ser un viajero, como los de antes. No un aventurero, no un viajero legendario de esos que iban a ensanchar la geografía a golpe de machete, ni un atleta desquiciado y fanfarrón como Hemingway que atravesaba los continentes para abatir fantásticos animales. No, un viajero modesto, ligero de equipaje, un Paul Bowles, o incluso menos. Alguien capaz de recorrer tranquilamente calles y plazas. Alguien capaz de sentarse a hablar con la gente y quedarse un rato, sin prisa, mirando el paisaje, extasiado, viendo el vertiginoso vuelo de los pájaros. No llevar guías turísticas, ni mapas. Dejarse guiar por la intuición…

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……….Pero, sin saber cómo, ese destino se truncó. Se vio reducido así a la triste condición de turista episódico, sujeto a la compulsión de los paquetes supereconómicos de ocasión de las agencias de viajes y los touroperadores, en periplos organizados y masificados: comida basura, hoteles desastrosos, visitas guiadas, interminables traslados en autobús y siempre rodeado de esa masa ubicua de japoneses con sus mil artilugios fotográficos… Algo lamentable para un mitómano del viaje, para un diletante del camino.

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……….Aquel invierno cruel lo obligarían a visitar Roma, desde la Cloaca Máxima hasta la cárcel Mamertina, a la velocidad del rayo. Cuando llegó a Fiumicino, el cielo era una bóveda gris acerada y al abrirse la puerta automática de cristal que daba al exterior, las cuchillas del aquilón se le incrustaron en el rostro, sin piedad. Le untaron la cara con crema Nivea y lo lanzaron a visitar la Roma Imperial. Hacía un frío que pelaba.

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……….En el Foro Romano le pusieron en las manos un exhaustivo mapa arqueológico del lugar. Vería aquella sucesión ingente de piedras, aquel amasijo de resto de civilizaciones que se pisotearon unas a otras, se destruyeron, se reconstuyeron y se volvieron a aniquilar otra vez, en un ejercicio de furia destructora fuera de lo común, como quien contempla una sucesión vertiginosa de imágenes abstractas. Aquel interminable laberinto de rocas venía explicado con todo género de detalles en un documento adjunto al mapa, en el que había decenas de llamadas con numeritos dentro de un redondel, que se correspondían con el mapa.

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……….Con este instrumental seguía, incansable, las explicaciones de la guía que hacía de cicerone. Ante sus ojos se veía el resultado de aquel formidable desastre en forma de ruinas: columnas rotas, templos semidestruidos en equilibrio inestable, basílicas partidas por la mitad, capiteles hundidos en la tierra que asomaban tímidamente la cabeza, casas de vestales, triglifos, majestuosos arcos conmemorativos, metopas sin cuento, enormes sillares de granito, arquitrabes y una sucesión infinita de nombres propios: Vespasiano, Cástor, Tito, Pólux, Julia, Antonino, Faustina, Majencio, Saturno, Septimo Severo… La guía no paraba de hablar. Hablaba como un autómata. Hablaba a tal velocidad que cuando ella estaba explicando el fulgor de la Fontana de Trevi la gente esta mirando aún las teselas del pavimento de una casa romana del foro imperial, o trataba de identificar, en las alturas, una especie de arco adintelado que coronaban el ábside de un templo del tiempo de los etruscos o del tiempo de Maricastaña…

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……….¿Cómo comprender en dos horas dos mil años de historia? Imposible, así que llegaron al Capitolio, donde recibían honores los vencedores, y contemplaron desde arriba aquel derroche de arquitectura decapitada con el Coliseo al fondo. Fue entonces cuando la guía, exhausta y en cumplimiento de un deber inexcusable, hizo un último gesto con el brazo señalando la cima sur de la colina Capitolina donde estaba ubicada la roca Tarpeya, desde la que los romanos lanzaban al vacío a los condenados por traición durante la República. Entonces, con una dicción perfecta en cinco idiomas, invitó a aquel rebaño de insufribles fotógrafos de ocasión a precipitarse colectivamente en el abismo, lo que hicieron de inmediato, entusiasmados, pensando que era la última atracción del recorrido turístico del día.

Juan Yanes

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El bañista

Posted in Inventario de manos y cuerpos, Uno y todos los mares by Juan Yanes on 28 julio, 2010

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Los pájaros

Posted in Animalario by Juan Yanes on 28 julio, 2010

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Los pájaros.- Miles de pájaros sobre la Estación Termini se tragan la noche y la ciudad. Cíñete la túnica y el peplo antes de ser atravesado por la fibula de sus picos corvos y sus garras. Cubre tu cabeza con el velo para ocultar los ojos de los faros de los coches y de los gritos que van tras el brillo de tus pupilas. Juan Yanes

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El desencanto

Posted in Inventario de manos y cuerpos by Juan Yanes on 27 julio, 2010

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Pedradas

El desencanto

...…….I. ¿Sabes cuál era la diferencia entre ellos y nosotros?, me preguntó. Yo le respondí que no sabía. Entonces me dijo: ellos querían cambiar las cosas sólo un poco, querían nada más que un miserable trocito de cielo. Nosotros queríamos el universo.

……….II. Me volvió a preguntar, ¿sabes cuál es la diferencia que hay ahora entre ellos y nosotros? Y yo le dije que no la sabía. Ellos, continuó, se han apropiado de ese trocito de cielo y nosotros hemos sido expulsados del mezquino paraíso en el que viven.

……….III. Me preguntó finalmente, ¿sabes cuál sigue siendo la diferencia entre ellos y nosotros? No, le dije. Ellos se han olvidado de todo y son felices. Nosotros tenemos el dolor y el deseo. Nos hemos quedado con la memoria, desnudos.

Juan Yanes

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Las cuatro esquinitas

Posted in Arquitecturas by Juan Yanes on 27 julio, 2010

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Textos robados

 La infancia es la máxima laborrosidad porque está ocupada en descubrir el mundo y en recreárselo. Cualquier cosa que nos ha ocurrido es una riqueza inagotable: cada retorno a ella la aumenta y ensancha la dota de relaciones y de profundidad. La infancia no es solamente la infancia vivida, sino la idea que de ella nos hacíamos en la juventud, en la madurez, en la vejez. Por eso parece la época más importante:  porque es la más enriquecida por las rememoraciones sucesivas. Cesare Pavese

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Cesare Pavese, El oficio de vivir. El oficio de poeta, editado en Barcelona por Bruguera-Alfaguara, 1979, pág. 195.

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Escalera invertida: instrucciones de uso*

Posted in Arquitecturas by Juan Yanes on 27 julio, 2010

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(*) Ponerse en contacto, urgentemente, con Georges Perec

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¡Más madera!

Posted in Objetos by Juan Yanes on 27 julio, 2010

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El fotógrafo fotografiado

Posted in Foto de fotos by Juan Yanes on 26 julio, 2010

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Diletantismos

El fotógrafo fotografíado, es un fotógrafo tautológico. Las fotos del fotógrafo tautológico, al ser redundantes, siempre muestran a alguien con una máquina disparandote a ti, que miras. Las posibilidades tautológicas del fotógrafo tautológico, no han hecho más que multiplicarse con la utilización de espajos. Juan Yanes

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La piel de las plantas

Posted in Árboles y flores by Juan Yanes on 26 julio, 2010

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Diletantismos

La piel.- La piel laberinto, la piel cristal, la piel lienzo transparente, la piel sima epitelial. Él no sabía qué decir y se quedaba sobrecogido por una especie de vértigo. Él amaba la piel de las plantas. Juan Yanes

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Simetría axial

Posted in Árboles y flores by Juan Yanes on 26 julio, 2010

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Diletantismos

Apuntes de estética barata.- Cosas distribuidas de forma simétrica con respecto a un eje, simetría axial. La naturaleza, el cuerpo humano están llenos de este tipo de simetría. Para algunos éste ha sido un rasgo objetivo de belleza que tiene que ver con el universo de la proporción, de las proporciones, del equilibrio. Lo terrible y paradógico es que la desproporción, lo asimétrico, el desequilibrio, también pueden ser bellos. La belleza, entonces, deberá estar a medio camino entre la objetividad y la subjetividad. Juan Yanes

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Las clases sociales

Posted in Crítica, Inventario de manos y cuerpos by Juan Yanes on 25 julio, 2010

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Relatos mínimos

Las clases sociales.- Pero vamos a ver, hombre de Dios, dijo el tipo que vestía uniforme, ¿dónde ha oído usted eso de que hay clases sociales? Las clases sociales son cosas antiguas y peligrosas que destruyen la cohesión social, el consenso necesario, fomentan el odio y son el principio de la decadencia de las naciones, todos estamos en el mismo barco ¿me entiende? No hay clases sociales. ¡Escríbanlo 100 veces en este papel, a ver si lo aprende!: «No hay clases sociales; No hay clases sociales; No hay clases sociales; No hay clases sociales; No hay clases sociales; No hay clases sociales; No hay clases sociales; No hay clases sociales; No hay clases sociales; No hay clases sociales; No hay clases sociales; No hay clases sociales; No hay clases sociales; No hay clases sociales; No hay clases sociales; No hay clases sociales; No hay clases sociales; No hay clases sociales; No hay clases sociales; No hay clases sociales; No hay clases sociales; No hay clases sociales; No hay clases sociales; No hay clases sociales; No hay clases sociales; No hay clases sociales; No hay clases sociales; No hay clases sociales; No hay clases sociales; No hay clases sociales; No hay clases sociales; No hay clases sociales; No hay clases sociales; No hay clases sociales; No hay clases sociales; No hay clases sociales; No hay clases sociales; No hay clases sociales; No hay clases sociales; No hay clases sociales; No hay clases sociales; No hay clases sociales; No hay clases sociales; No hay clases sociales; No hay clases sociales; No hay clases sociales; Sí hay clases sociales; No hay clases sociales; No hay clases sociales; No hay clases sociales; No hay clases sociales; No hay clases sociales; No hay clases sociales; No hay clases sociales; No hay clases sociales; No hay clases sociales; No hay clases sociales; No hay clases sociales; No hay clases sociales; No hay clases sociales; No hay clases sociales; No hay clases sociales; No hay clases sociales; No hay clases sociales; No hay clases sociales; No hay clases sociales; No hay clases sociales; No hay clases sociales; No hay clases sociales; No hay clases sociales; No hay clases sociales; No hay clases sociales; No hay clases sociales; No hay clases sociales; No hay clases sociales; No hay clases sociales; No hay clases sociales; No hay clases sociales; No hay clases sociales; No hay clases sociales; No hay clases sociales; No hay clases sociales; No hay clases sociales; No hay clases sociales; No hay clases sociales; No hay clases sociales; No hay clases sociales; No hay clases sociales; No hay clases sociales; No hay clases sociales; No hay clases sociales; No hay clases sociales; No hay clases sociales; No hay clases sociales; No hay clases sociales; No hay clases sociales; No hay clases sociales; No hay clases sociales; No hay clases sociales; No hay clases sociales». Vamos a ver ahora, volvió a preguntar el tipo de uniforme, ¿hay clases sociales? No, no hay clases sociales, respondió el preso nº 9, con la cabeza gacha. Juan Yanes

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Esplendor del «verode»

Posted in Árboles y flores by Juan Yanes on 25 julio, 2010

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Para mi amigo Juan García que le gustan las plantas y los bichos de la tierra, del mar y del aire y que le gustan tanto las palabras que hasta sabe griego y alemán. Juan Yanes

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El río del tiempo

Posted in Adiós ríos adiós montes by Juan Yanes on 25 julio, 2010

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Textos robados

Estoy con la cabeza contra el muro.-  Estoy con la cabeza contra el muro. / Me convoco a mí mismo como quien mira un pozo. / Vuelve un niño perdido / por calles de humo, por pasillos blancos, / trágico, con las mejillas tatuadas  / y fuegos pequeñitos en cada dedo. / Vuelven tiempos erizo de rapiña y disparos, / de angustias decoradas por curas y trompetas, / estampas y desfiles. Y todo que se para. / Lucen asombros, se hacen estallidos, se redondean lomos, / y mamá me dice algo tremendamente piedra / y me pone en mi sitio. / / Retorna ahora el día de la ira, el tremendo momento / en que perdí los ojos y me hice azabache, cactus y piedra / alumbre. / Y me quedé en Ourense / mirando con horror este río del tiempo. Xosé Luís Méndez Ferrín, de Con pólvora y magnolias. Versión de Eloísa Otero y Manuel Outeiriño. Tomado de A media voz

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Gorgona

Posted in Árboles y flores by Juan Yanes on 24 julio, 2010

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Relatos mínimos

Gorgona.- Me despierto y veo su cabeza pegada a la mía. Me afeitaré el pelo, me dice con urgencia, me afeitaré por encima de las orejas y con lo que cuelgue del cerebro me haré un bosque de rastas, una gorgona como tú. Entonces morderé a todo el que se acerque con mansedumbre. —Siempre fuiste un joven impulsivo. Pero ahora no, me sigue diciendo al oído, estoy viejo y decrépito, los años han enfriado mi carácter y sólo escupo a la cara de los idiotas. —Ten paciencia, envejeces mal —le dije sin que me escuchara. Me atravesaré la lengua con un fierro y me pondré un narigón en la ternilla de la nariz como si fuera un buey lleno de cólera que arrastran al abismo. —Está bien, —le dije—, pero no te atormentes, borra esa nube negra que cruza tu cara. Quédate quieto junto a mí, si quieres y duerme. Me tatuaré la espalda entera, prosiguió en un susurro, como la tenían tatuada las momias del neolítico, los maoríes, los samoanos. Me tatuaré la cara y los brazos. Seré “un marcado” de Auschwitz, con números y letras, pasto para la muerte. —No sigas. Ya sé que eres distinto, amor. Ámame, pero no me cuentes lo que vas a hacer, ni lo que has hecho —le dije, pero él siguió escupiendo cosas que yo no entendía ni quería escuchar. No necesitaré ornamento alguno, dijo, sino un rito semejante al castigo, una purificación, abluciones, algo que me lave para que puedas leer lo que dice mi cuerpo sobre el que escribo. Hundiré la cabeza en la noche. Esperaré, como las bestias, el rejón que me atraviese de lado a lado. —No me hables más —le dije—, descansa, ahora no. Estás hablando dormido. Eres el oscuro, un sombrío presagio, una nube. Ven, deja que te hinque, suavemente, la azagaya y te muerdan las mil culebras que habitan mi cabeza. Juan Yanes

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Tesis nº 127 sobre Ludwig Feuerbach

Posted in Crítica, Objetos by Juan Yanes on 24 julio, 2010

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Pedradas

Tesis nº 127 sobre Ludwig Feuerbach.- Ya que es imposible no sólo cambiar el mundo, sino interpretarlo, ¡volvamos a la limonada natural, antes de que nos envenenen con tantas tesis artificiales sobre la bondad de la vida y la solidez de nuestro ínclito sistema bancario! Juan Yanes

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Recordando a André Kertész

Posted in Sin categoría by Juan Yanes on 24 julio, 2010

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La odisea de regar las macetas

Posted in Objetos by Juan Yanes on 24 julio, 2010

Foto de C. Y., cedida gentilmente

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Las armaduras celestes de Amadeo Gabino

Posted in Escultura y pintura by Juan Yanes on 24 julio, 2010

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Textos robados

Las dos generaciones de la vanguardia escultórica. La primera corresponde a aquellos que, habiendo nacido a fines del siglo pasado, transformaron teórica y prácticamente su misma, esencialidad, renovaron su lenguaje y abrieron las puertas a una nueva manera de entender lo escultórico. Nos referimos a Julio González, Pablo Gargallo, Alberto Sánchez, Angel Ferrant, Apeles Fenosa, Manolo Hugué y algunos otros que dudaron entre el clasicismo y la renovación formal. La segunda promoción corresponde a esa estela de escultores entre los que se encuentran Oteiza, Chillida, Pablo Serrano Alfaro, Amador, Chirino, Subirachs, Marcel Martí, VilIblia, Frechilla, J. L. Sánchez, Berrocal, Corberó, Feliciano, Amadeo Gabino… Todos ellos nacidos en este siglo y analistas de los lenguajes de su hora y de las posibilidades expresivas de los nuevos materiales y técnicas.  Daniel Giralt-Miracle. El País, 07/04/1977

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La soñadora insomne

Posted in Inventario de manos y cuerpos by Juan Yanes on 23 julio, 2010

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Relatos Mínimos

La soñadora insomne.- Se acostó, se puso a leer un libro, sintió la amable llegada del sueño, apagó la luz y comenzó a soñar. Soñó que se acostaba, que se ponía a leer un libro, que apagaba la luz y que comenzaba a soñar. Sorprendida de que soñara precisamente eso de leer, apagar la luz y comenzar a soñar, se levantó. Probó otra vez. Se acostó, se puso a leer un libro, sintió que el sueño la invadía, apagó la luz y comenzó a soñar. Soñaba lo mismo: se acostaba, se ponía a leer, apagaba la luz y comenzaba a soñar. Esta situación la intrigaba mucho y, a la vez, la exasperaba. Llevaba años sin acostarse, leer un libro, apagar la luz y ponerse a soñar, porque era insomne. Ella soñaba despierta que estaba dormida. Ahí es donde aparecía siempre ese comodín de la soñadora soñada y del sueño dentro del sueño que convierte a la microficción en un género majadero, desde el punto de vista onírico. Juan Yanes

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Merienda

Posted in Sin categoría by Juan Yanes on 23 julio, 2010

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Por tiempos

Posted in Sin categoría by Juan Yanes on 22 julio, 2010

Primer tiempo:

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Segundo tiempo:

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Duelas

Posted in Objetos by Juan Yanes on 22 julio, 2010

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Diletantismos

Duelas.- Imposible imaginar la vida sin el pequeño gran placer del vino (opinión unánime de todas las duelas de todos los toneles que he podido entrevistar, ebrias de felicidad). Juan Yanes

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