El oscuro borde de la luz II (fotos y microrrelatos)

El ciego (cuento feroz)

Posted in Sin categoría by Juan Yanes on 19 noviembre, 2010

juan yanes

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El ciego (un cuento feroz)

………. ¡Crúzame crúzame, mijo! (muge el ciego mientras le agarro del brazo medio postizo que le cuelga,  y renquea con una muleta en una mano y un bastón en la otra). Yo luego sigo el veril del puente (tengo ganas de decirle: es inútil que vayas a ningún sitio, viejo, es mejor que te quedes aquí quieto o tirado en el suelo contra una esquina, bótate ya, para que te vea la gente). Me operaron y me dejaron ciego, ¡hay que joderse! (maldecir, sí, hay que maldecir, me dan ganas de decirle: ruge, ruge contra los dioses y el destino, maldita sea). Ahora no tengo nada, más que la desgracia (ahora creo que le voy a decirle algo sobre la tragedia, la tragedia, como los griegos. Sólo somos capaces de vivir historias sórdidas, planas, pero lo tuyo no, tío, lo tuyo es una tragedia, pero no se lo digo, lo pienso). Dicen que tenía cataratas y lo que tenía era glaucoma y me dejaron ciego, mijo (no te lamentes, viejo, a otros los matan directamente, cállate ya, esto es un matadero ¿entiendes?). Pásame la calzada, que luego yo sigo solo (hemos tardamos siglos en cruzar. Le hago cortes de mangas a los automovilistas que tocan la bocina comidos por la desesperación). Yo soy del sur y no tengo a nadie aquí, ni mujer ni nada. Le dije a mi hermana: vente conmigo hermana y estamos juntitos los dos. Pero ella dice que no, que no le gusta esto, pero no es ella, es la hija que tiene malas ideas (ah, no aprendes, no aprendemos nada, viejo, nos morimos solos, más solos que la una, todos estamos solos, viejo). Ahora voy despacito hasta las monjas que dan de comer y luego regreso. Ayer no comí. Tenía un litro de leche y pan duro, picadito así por encima, pero eso no es comida para un hombre (un hombre, tú no eres un hombre, tú eres una metáfora, viejo, una metáfora de la bazofia en la que estamos. Tírate ya al hoyo, vete al infierno de una vez, me dan ganas de decirle, pero no se lo digo, lo pienso, mientras veo que dibuja una sonrisa burlona con la boca ).

………. (Hemos cruzada la calzada. Lo dejo al borde del precipicio).

Juan Yanes

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